Es fácil encontrarla saliendo de una función de algún cine arte o tal vez en la sala de la biblioteca de la ciudad, de preferencia en los estantes de literatura erótica. Si es que no está allí, de seguro en algún parque aledaño a la biblioteca leyendo o, lo más probable, releyendo alguna de sus novelas favoritas, fascinada nuevamente, como si fuera toda una experiencia nueva. Tal vez la encuentres caminando por ahí, mirando nada y con los audífonos incrustados en las orejas, escuchando a la Emilie Simone a punto de ponerse a cantar con Fleur de saison. Tiene algunos amigos, tiene hartos en facebook, pero la verdad es que nunca los ve realmente y sólo se mandan mensajitos eternos de cuándo será la próxima junta… es más bien solitaria, pero ella no se da cuenta porque se siente cómoda siendo así. A veces sale a carretear por algún bar de Santiago, a veces va al Club Miel y conoce a algún/a niño/a simpático/a e intercambian números de teléfono, a veces queda en nada y a veces algo resulta.
No tiene pareja así que no le rinde cuentas a nadie, en su casa pasa poco tiempo porque no le gusta mucho estar ahí. Yo siempre la veo, se me aparece de diferentes formas, algunas veces hasta llego a pensar que me persigue o que estamos destinadas a conocernos, pero me niego a la posibilidad de entablar una conversación, la veo en la biblioteca, en el cine, en la calle, y es que parece que nos gustan cosas similares y hasta yo diría que personas similares; cuando se cruza, la miro de lejos y cuando se va acercando hago como que no existe. Ella hace como lo mismo, pero ambas sabemos que no nos somos indiferentes, tenemos mucho en común pero no quiero ser su amiga, creo que hasta nos llevaríamos bien, pero prefiero imaginarme la situación, aunque me angustia cuando pasa un tiempo y no tengo signos de ella, es tan cuatica que puede hacer cualquier cosa y desaparecer… si la ven no le digan que les conversé de ella porque no debe saber que me interesa en lo más mínimo.
